Señor Dios Omnipotente,
dígnate bendecir este aceite
símbolo de la unción del Espíritu Santo,
con el cual ya desde el Antiguo Testamento
se ungían a los reyes, profetas y sacerdotes.
Dale poder para sanar
las heridas espirituales de tus hijos
que diariamente se enfrentan
contra Satanás y sus secuaces,
que allí donde este aceite sea puesto
sean cerradas todas las entradas
de la opresión satánica
y sean sanadas todas las enfermedades
que procedan de la mordedura de la antigua serpiente,
para que así tus hijos ungidos por tú Amor,
no puedan ser aferrados bajo el yugo de Satanás.
Y que esta bendición se derrame
en el nombre de Dios Padre Omnipotente,
Dios Hijo Redentor del Mundo,
Dios Espíritu Santo,
con el poder de atar y desatar
que tiene la Santa Madre Iglesia Católica,
por la intercesión de la santísima Virgen María
y el ministerio de los Santos Arcángeles
San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
Amén.
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