COMO AUMENTAR NUESTRO PODER DE SEDUCCIÓN CON LA AYUDA DE LOS ÁNGELES

Cada persona posee unos atributos y cualidades que le hacen distinto a los demás. Al margen de la capacidad para destacar, de lo que se tratará será de saber cómo hacer emerger la energía seductora de nuestro interior: lograr que cuando entramos en un lugar nuestras prendas de ropa, en apariencia normales, desprendan un cierto halo de misterio como por ejemplo  conseguir que la mirada, con independencia de la belleza o rasgos de nuestros ojos, se transforme en un espejo en el que dé gusto contemplarse, etc.

 

Por supuesto, en este «ser irresistibles» procuraremos que todo cuanto hagamos y digamos sea visto no como algo deslumbrante, sino como diferente, magnético, atractivo y deseable.

Para ello, antes de saludar, nos concentraremos pensando brevemente en la intención y energía que deseamos hacer llegar a la otra persona. Cuando hablamos, especialmente en los momentos de susurro o conversación íntima, debemos imaginar que un torrente de energía lila o azul (ideal para transmitir paz y confianza) rodea la cabeza de la otra persona.
Cuando ya estemos visualizando ese torrente de energía lila o azul, es el momento de pedir ayuda a los ángeles de la belleza, para que irradien su magnetismo y poder sobre nosotros y con su gracia aparezcamos llenos de hermosura y belleza ante la persona que queremos cautivar.
 

Siempre tenemos que procurar mostrar un rostro agradable y armonioso. El hecho de expresarnos relajados y distendidos facilitará la ruptura de las barreras de nuestros interlocutores. Un leve esbozo de sonrisa al terminar cada frase hará que nuestra vibración penetre mucho mejor en los demás.
 

Como recomendación final, ya al margen del hecho puramente mágico, recordemos que lo mejor es ser natural. La persona que potencia sus cualidades con un ritual y se muestra actuando con normalidad, tiene muchas más posibilidades de éxito que quien decide sobreactuar.

No te olvides agradecer a los ángeles su ayuda, es algo que debemos hacer siempre como muestra de honor, amor y respeto.