ORACIÓN A LA NEGRA FRANCISCA PARA QUE TE CONCEDA UNA PETICIÓN

 Oh! espíritu amantísimo,
querido y venerado por todos
los que acudimos a ti,
para solucionar nuestros pesares y angustias.
 

 Mamá Pancha,
símbolo de la existencia del alma,
a ti rogamos invocando

el nombre del espíritu santo,
ser escuchados en nuestra suplicas.

Antes de apelar a ti
en solicitud de tu intercesión ante Dios
para recibir el don de nuestra petición,
nos permitamos recurrir a la misericordia infinita
de nuestro Señor Jesucristo
para que nos perdone nuestros arrepentimientos
y nuestros propósitos de enmienda,
asegurándote que todo lo que pidamos,
ha de ser para bien nuestro,
para bien de otros y
solamente para el bien

y nunca jamás para el mal.



Señora Francisca Duarte,
espíritu bueno y poderoso:
 

A cambio del bien que recibamos
por tu intercesión ante Dios,
te prometemos que trabajaremos
con los medios que san dados
por la gloria de Nuestro Señor
y por la gloria de tu propio espíritu.

En Ti esta mi pensamiento,
y absoluta contemplándote mi alma,
ilumina mi entendimiento.

A mis pasiones dales dulce calma;
de cuando te ofendí,
ya estoy arrepentido,
te pido perdón

y me presento ante ti.

¡Misericordia, Oh! negra Francisca!

En el Nombre de Dios Divino Omnipotente,
yo __________ te invoco Negra Francisca
en este momento

para que me socorras en lo que te pido:

(Hacer la petición)

y que atadas queden las malas sombras,
rotos los obstáculos para conseguir lo que anhelo,
y luego retires los inconvenientes y obstáculos
que puedan entorpecer mi camino.

¡Misericordia!

Amén.
 

(Se Prende Una Vela blanca).
 

La historia de Mamá Pancha, María Francisca Duarte, comienza  el 03 de Marzo de 1846, fecha de su nacimiento y es la historia de una mujer bondadosa, responsable, decente y de un carácter recio que no aceptaba el tuteo como fórmula de tratamiento.  En el Estado Guárico se encuentra el Hato Barrialito y fue el lugar de trabajo de “Panchita” Duarte a quien popularmente la conocen como “Mamá Pancha, Pancha Duarte o el ánima del Taguapire”.
 

Cuentan los ancianos lugareños que era una excelente comadrona y que murió de paludismo aunque no se recuerda la fecha exacta de su fallecimiento. Dice su leyenda que cuando la llevaban a enterrar el caudal del río les impidió atravesarlo, por lo cual tuvieron que colocar el chinchorro donde la llevaban debajo de un árbol de Taguapire.

Al día siguiente cuando el río ya les permitía proseguir el camino no pudieron mover el cadáver porque éste estaba tan pesado que decidieron enterrarla al pié del árbol, de ahí que al ánima se le conoce como ánima del Taguapire.

Cierto día un llanero de la zona que cansado de buscar su ganado hizo un descanso bajo el árbol y le pidió al ánima ayuda para encontrar a los animales perdidos, a cambio él le haría un cercado de palma para que nadie la pisara.  El milagro se cumplió pero el hombre no pagó su promesa, por lo que el ánima se manifestó a través de una aparición, y el llanero asustado quiso enmendar su falta por lo que mandó construirle una tumba decente en el lugar y que con el tiempo acabaría convirtiéndose en la que es hoy la Capilla del Ánima del Taguapire, lugar de parada de los viajeros y peregrinos que quieren pedir ayuda a Mamá Pancha, considerada un ánima muy milagrosa que bondadosamente accede a conceder sus deseos.

 

El santuario hoy, es de forma rectangular y de unos 50 metros cuadrados. En el centro está la Tumba de mármol en la que reposan los restos de Francisca Duarte.
 

Los Marialonceros que no pueden peregrinar a la montaña de Sorte en los días que se celebran sus fiestas como el 12 de Octubre y Semana Santa viajan a este lugar donde se erige un circulo con dos pilares de piedra y encima de la imagen de la Reina María Lionza sobre la danta, ponen en el centro la imagen de Francisca Duarte, y así conforman el altar principal donde los guías de las caravanas que visitan este templo natural solicitan sus favores entre tabaco, aguardiente y velas para que Francisca Duarte los acompañe y proteja.