Si estás atravesando una mala racha, o una crisis del tipo que sea, junto con la oración te ofrezco 6 pequeños consejos que serán una valiosa ayuda para aliviar tu dolor:
ORACIÓN
Mi amado Jesús Nazareno,
a ti recurro con toda mi fe
para solicitar tu auxilio
y liberarme de la tristeza y de la amargura
que en estos momentos inunda mi vida.
Oh Jesús yo conozco muy poco de Ti.
Pero por favor, ayúdame a abrir mi corazón
para permitirte a Ti venir dentro de mi alma,
para que así puedas sanarme,
consolarme y llenarme con Tu paz.
Te pido la inspiración necesaria
para poder solventar los problemas
que causan tanta angustia en mi vida,
con tu ayuda lo he de conseguir.
No me dejes caer en el abatimiento,
la apatía, la desolación,
permíteme Señor levantar mi ánimo,
ayúdame a sentir alegría,
a conquistar todos los pensamientos negativos
y aprender la manera para hacerme entender,
para complacerte y seguir adorándote,
para que así yo pueda entrar en Tu Nuevo Paraíso,
en donde pueda vivir una vida de amor,
alegría y maravilla contigo.
Gracias Señor de todos los creyentes,
mi fe en ti es infinita
y tu poder omnipotente hará en mi
portentos y maravillas
para gloria tuya y de tu Sagrado Nombre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Una pequeña ayuda:
1. Reconoce y siente tus sentimientos.
Ignorar tus emociones es como intentar escapar de algo que está justo encima de ti. La única manera de ser verdaderamente libre es enfrentarte a tus emociones.
2. Habla de ello.
Cuando la gente reprime las situaciones difíciles, los problemas crecen y se transforman en preocupaciones y ansiedades horribles.
3. Trata de ver más allá de las dificultades.
Cuando estás en una crisis, es difícil ver algo positivo. Pero, manteniendo cierta distancia y mirando más allá, puedes ver la situación desde otra perspectiva.
4. Practicar la aceptación.
"Suelta lo que no puedes controlar". Para comenzar, haz una lista de todo aquello sobre lo que no tienes control, porque estas son las cosas por las que puedes dejar de preocuparte.
5. Practica la oración o la meditación.
Durante un momento de meditación u oración, visualiza la entrega de tus penas y problemas a un poder superior y suéltalos. Luego concéntrate en lo que puedes controlar, como tu autocuidado, tus palabras, tus acciones y tus decisiones.
6. Pide ayuda.
Puedes creer o asumir que puedes y debes manejar este momento difícil por tu cuenta. Muchas personas lo hacen. Pero, curiosamente, la mayoría de las personas piensan que nunca esperarán que otros manejen situaciones similares solos. "Necesitamos renunciar al control, pedir ayuda y recibirla con gracia".
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