La práctica de ejercicios de respiración, tales como el bhasrika y el kapalabhati, pueden originar un gran flujo de energía dentro del cuerpo. Pero al igual que cualquier otro tipo de energía, como la electricidad o el magnetismo, puede ser destructiva a menos que se sepa como controlarla. Por consiguiente, junto con el pranayama es necesario usar una serie de posturas del cuerpo conocidas como asanas.
Hay muchas asanas, algunas de las más simples y conocidos son los siguientes:
1. Náságra-drishti.
Este ejercicio o asana se practica simplemente fijando la atención en el extremo de la nariz por un largo tiempo. Esto ayuda al funcionamiento de los nervios ópticos. Deber ser practicado lenta y gradualmente; su acción despeja la mente.
2. Bhrúmadhya-drishti.
Este asana requiere la concentración en el espacio entre las cejas. También hace que los nervios ópticos funcionen eficientemente, mejora la concentración y contribuye a aumentar la fuerza de voluntad.
3. Padmasana o postura de loto.
La palabra padma significa "loto" en sánscrito, y es usada para describir esta asana, ya que las manos y los pies son colocados de tal forma que imitan los pétalos de dicha flor. El practicante se sienta y extiende las piernas lo más posible; luego dobla una de ellas y la ubica en el lado opuesto de la ingle de tal forma que el pie esté sobre la base del muslo, y la planta quede cara arriba. La otra pierna es ubicada de la misma forma. Esta posición es ilustrada por el Buda que medita sentado. Las palmas de las manos, como las del Buda, descansan sobre los muslos, mientras se unen los dedos índice y pulgar.
4. Savasana o posición de muerte.
Sava en sánscrito significa "cadáver": Esta asana toma su nombre debido a que durante su práctica el cuerpo adopta la apariencia de un muerto. Es una técnica fácil de entender pero dificil de practicar. La persona se acuesta de espaldas y relaja completamente sus músculos. Comienza relajando conscientemente los pies, luego los dedos de los pies, los tobillos, las pantorrillas, los órganos genitales, el estómago, el pecho, los pulmones, y así hasta llegar a la cabeza. Los ojos deben mantenerse cerrados.
Algunas autoridades en el tema también sugieren iniciar con el tórax y desde ahí bajar hacia las extremidades inferiores, dejando para lo último la parte superior del cuerpo. Con el tiempo el practicante dedicado debe ser capaz de relajar el cuerpo entero a la vez, lo cual es el propósito final del savasana. Durante la práctica de estas asanas el practicante debe esforzarse por regular su respiración mediante el pranayama.
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