Los mantras han sido usados en la India durante muchos siglos. Mientras se pronuncia el mantra, la atención debe centrarse en el sonido y, si es posible, en su significado. Pero es la vibración, el sonido, lo que crea la energía.
Los mantras son sonidos evocativos que crean vibraciones en el cuerpo cuando son pronunciados correctamente, pero pueden o no tener un significado básico.
Las vibraciones creadas por los mantras energizan la mente y el intelecto. Sin ellos las asanas son incompletas y sirven sólo para revitalizar el cuerpo sin estimular la mente.
El mantra clásico está compuesto de dos palabras:
La primera, conocida como pranava, nunca cambia. Su sonido es OM y consta de tres letras: A=Shiva, U=Vishnu, y M=Brahman. Estos son tres aspectos del Brahman, el Dios de la India.
La segunda palabra, relacionada con el dios Rama, es usada en seis variaciones: HRAM, HREEM, HROOM, HRAIM, HRAUM, y HRAH.
Las combinaciones de estos dos nombres son llamadas beeja mantras y son como sigue: AUM... HRAM AUM... HREEM AUM... HROOM AUM... HRAIM AUM... HRAUM AUM... HRAH
La repetición de los mantras mientras se practican las asanas en conjunto con el pranayama, incrementa el poder mental que puede ser dirigido a voluntad por el mago. Esta es una de las técnicas más practicadas en la magia.
CONCENTRACIÓN
Para desarrollar el poder mental, es necesario primero controlar la mente. Dominarla puede compararse con disciplinar a un hijo consentido: cuando intentamos cambiar sus patrones, se rebela y huye. Su intención es hacer que la persona se canse y desista del propósito. La concentración ayuda a disciplinar la mente y a enfocar sus poderes inconscientes para realizar nuestros deseos.
Hay diversas técnicas de concentración que pueden ser útiles para controlar la mente:
1. Simplemente sentándose calmadamente durante tres minutos, al menos una vez al día, y dirigiendo los ojos a un objeto agradable para contemplarlo sin distracción; el proceso de integración dentro de la mente empezará automáticamente.
Lo mejor es contar los tres minutos con un cronómetro para evitar la distracción. En el momento en que la mente trata de desviarse del objeto que se está mirando, se debe intentar concentrarla de nuevo en el objetivo.
2. Concentrarse en una vela es otra forma de controlar la mente. Es la técnica más relajante que funciona interna y externamente. La persona se sienta sobre el piso con las piernas cruzadas y coloca una vela encendida aproximadamente a un metro de distancia. Luego mira fijamente la llama por cerca de dos minutos. Después de esto, presiona las manos sobre sus ojos cerrados. La imágen de la llama permanecerá en la mente. El individuo debe concentrarse completamente en esta imágen mental de la llama por dos minutos más. Cada vez que la imágen desaparezca debe tratar de captarla de nuevo sin abrir sus ojos. Este ejercicio es muy tranquilizante y excelente para establecer control sobre la mente.
3. Después de ejercitar la mente como se describió en las primeras dos técnicas, es el momento de probar su influencia sobre los demás. Enfoque los ojos hacia la parte trasera de la cabeza de alguien, preferiblemente la de un perfecto desconocido. Mientras los ojos se con-centran en la cabeza de dicha persona, es mentalmente invitada a voltear y mirar a quien dirige el mandato. Invariablemente, si el control mental es bueno, esta persona dará la vuelta inquietamente y sus ojos divagarán alrededor del lugar algunos segundos antes de detenerse momentáneamente. Las técnicas de concentración son los primeros pasos dados antes de intentar adquirir cosas materiales a través de otra técnica conocida como la visualización.
VISUALIZACIÓN
Con la mente ahora bajo control, el mago está listo para dirigir sus poderes mentales hacia una manifestación directa. La técnica de visualización es simple y puede ser la más valiosa; con ella el mago es paciente y no se desanima cuando sus deseos no se realizan inmediatamente. Este método requiere no sólo control mental sino también una gran determinación.
El mago comienza decidiéndose por un objetivo inmediato, el cual debe estar dentro de su esfera de disponibilidad. Esto es, no puede ser algo inverosímil, como convertirse en millonario de la noche a la mañana. Digamos que el mago tiene una novia con la que desearía casarse, pero aún no está listo para dar el paso final hacia el matrimonio. Decide que visualizará casarse con dicha mujer. Lo primero que hace es conseguir la foto de una boda real en la que los novios se parezcan un poco a él y a su novia. Bajo ninguna circunstancia debe usar una fotografía de él o de su posible futura esposa, para la realización de esta práctica.
La foto es luego pegada sobre un pedazo de papel y enmarcada con el trazo de un cuadrado perfecto. Después el mago se concentra en ella, sustituyendo las imágenes de los novios reales por visiones mentales de él y su novia. Se imagina toda la ceremonia y se ve a sí mismo diciendo los votos matrimoniales. Hace esto todos los días a la misma hora por varias semanas, tal vez varios meses. En su mente el matrimonio ya se realizó. Si la visualización es fuerte y la mente es controlada, el matrimonio real pronto acontecerá.
La visualización puede ser efectiva también sin ayudas materiales como fotografías. Si la mente es particularmente fuerte, a menudo es suficiente visualizar un evento mentalmente varias veces para que tiempo después se haga realidad. Debemos recordar que la mente es flexible y recibe sentimientos además de imágenes mentales. Por eso es necesario tener en cuenta que el sentimiento que acompaña la proyección mental esté de acuerdo con el suceso real deseado.
Los sentimientos de ansiedad, duda e incertidumbre, evitarán que ocurra cualquier manifestación. Debe haber completa confianza por parte del mago respecto a la realización de lo que visualiza, sin importar circunstancia alguna a su alrededor. La visualización es una de las principales técnicas mágicas aprendidas por el mago.
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