¿QUE ES PRANAYAMA?


Respiración —prana— es la conexión entre el cuerpo y la conciencia. 

Cuando el cuerpo está enfermo, cambia la profundidad y el ritmo de la respiración; también sucede lo mismo al estar tristes, felices, relajados o profundamente dormidos. 

En los textos de la antigua India, la profundidad y los ritmos de la respiración durante las diversas funciones corporales se han descrito en detalle. Muchos ejercicios han sido desarrollados por el yoga para el correcto control de la respiración y por ende del cuerpo y la mente. 

El yoga nos enseña que todos respiramos anormal y superficialmente, sólo con la parte superior de nuestro pecho. Lo primero que se debe aprender en la yoga es respirar normalmente, a través del estómago; éste debe estar expandido mientras se inhala profundamente. Al exhalar, el estómago debe ser contraído y el aire expelido gradualmente desde los pulmones hasta el estómago. 

Los yoguis enseñan que después de cada despertar, por lo menos cinco minutos, todas las personas deberían sentarse derechos en una silla o sobre el piso y hacer este ejercicio de respiración. Debe ser realizado suavemente pero profunda y completamente: estómago contraído, salida de respiración, estómago expandido, entrada de respiración. Esto es básicamente lo concerniente al pranayama, pero hay muchos ejercicios específicos que los yoguis recomiendan para perfeccionar la respiración. A continuación veremos dos de los más importantes. 


1. Bhasrika: Este ejercicio es hecho junto con uno de las asanas, usualmente la postura de loto (padmasana), o si no es posible, la postura semiloto. Lo importante es mantener derecha la espalda. Bhasrika consiste en una serie de diez respiraciones estomacales rápidas como la acción de un fuelle. Deberían hacerse aproximadamente cuarenta respiraciones por minuto en este ejercicio, comenzando por bloques de diez a la vez. Después que el ejercicio es hecho y ha aumentado la acción del corazón y la circulación de la sangre, se realiza de nuevo, esta vez inhalando a través de la ventana izquierda de la nariz y exhalando a través de la derecha con la misma sucesión rápida anterior. De nuevo, comenzando este ejercicio deben ser retenidas diez respiraciones. La ventana derecha de la nariz es identificada con la respiración del sol o pingala (principio masculino), y la izquierda se relaciona con la respiración de la luna o Ida (principio femenino). 

2. Kapalabhati: Este ejercicio es similar al anterior, pero se concentra en la parte superior del cuerpo —el pecho, el cuello y la cabeza—. Esto se logra sentándose derecho en una silla o sobre el piso en la posición de loto. La respiración es un poco más rápida que en el bhasrika, aproximadamente sesenta inhalaciones por minuto. Los ojos deben estar cerrados durante este ejercicio y la persona debe concentrarse en las áreas del cuello, pecho y cabeza. Esta práctica es muy útil para problemas del pecho o para despejar la mente. 

El yoga enseña la abstinencia de ciertos alimentos y aconseja ayunos frecuentes, pero con el cuidado de no maltratar el cuerpo. Una vez a la semana se mantiene una dieta que consiste en frutas, vegetales, nueces y leche. 

Siempre que una persona sea víctima de un resfriado debe ayunar al menos un período de veinticuatro horas, mantenerse caliente y tomar sólo jugo de naranja o limón caliente. Los yoguis ven a un resfriado como un mecanismo del cuerpo para liberar las impurezas. Por tal razón, una ventana de la nariz es usualmente bloqueada para evitar la entrada de aire o más impurezas, y por la otra fosa nasal se expulsa lo que es nocivo dentro del cuerpo. 

El taponamiento de las fosas puede ser aliviado ubicando los dedos de una mano bajo la axila opuesta a la fosa bloqueada, sintiendo un pequeño bulto que debe presionarse por veinte o treinta segundos. La fosa nasal será despejada de inmediato y se restaurará el equilibrio de la respiración.



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